martes, 9 de octubre de 2012

En un bar porteño…



La señora que parece hombre por como se mueve saluda al de la barra con un apretón de manos, ese apretón interrumpe su constante y nervioso movimiento de manos para acomodarse el pelo.
Pelo alborotado, con rulos.
Pide lo de siempre y el de la barra, sin tardar ni tres segundos, le sirve un whisky con hielo. Ella saca sus lentes del bolso después del primer, y apurado, sorbo y lee atenta el diario que encontró sobre la barra.
Enseguida llega alguien que la conoce. Un (casi) pelado, canoso que también conoce al de la barra y lo saluda con otro apretón de manos.
Marcha whisky con hielo para el recién llegado, esta vez ni siquiera se lo pidió.
No parecen ser pareja, ni amigos, aunque a ella se le vieron los dientes atrás de la sonrisa cuando el llegó.

...



Y un día tenia que presar testimonio, y desapareció.
Lo buscaron, estuvo en todos los medios, el pueblo se movilizó, se llenó la plaza.
Apareció.
Atestiguó.
Pero se duda, se duda de todo… y por que apareció? Y fue una movida mediática? Iba a ser otro desaparecido en democracia, pero no lo fue, y se duda. Si hubiera desaparecido seria un héroe, pero esta, y se duda…
Se todo se duda, nada es certero en esta vida, y que injusta que es.

Verdades



Cuando hay alguien que cada día te sorprende por distintas cosas.
Cuando alguien te motiva a la mañana para levantarte de buen humor.
Cuando disfrutas cada minuto, cada comida, cada siesta, cada charla.
Cuando te ponen en jaque y te hace sentir bien.
Cuando no te molesta ni el colectivo apretado, ni la cola para subir parado.
Cuando aceptas lo que te pasa.
Cuando sos feliz.

Bueno…eso!